Ohrid es un pequeño pueblo patrimonio mundial de la UNESCO situado a orillas del Lago Ohrid, uno de los más antiguos y profundos de Europa. El nombre original suele ser traducido al castellano como Ócrida.

En Ohrid, que fue capital del Primer Imperio búlgaro, podremos hacernos una mejor idea de la vida en Macedonia del Norte y es uno de los destinos vacacionales favoritos de los propios macedonios.

El centro histórico de Ohrid se asienta en la colina del mismo nombre y, por tanto, está repleto de calles empinadas, casas de construcción tradicional y sitios de interés histórico.

Ya en la parte baja y a orillas del lago, encontramos mucha vida comercial y social. Muy cerca también el antiguo bazar de Ohrid y un olivo centenario que bien merece una visita.

La formación del lago Ohrid tiene una leyenda que habla de un pozo que usaban para regar las flores y que había que tapar con una piedra para que parase de salir agua, tarea realizada por una chica diferente cada día. Una de ellas olvidó poner la piedra en el pozo distraída por un muchacho, y voilá!

 

PERLAS DE OHRID

En Ohrid se elaboran perlas que deben su originalidad a unas emulsiones secretas obtenidas de las escamas de una especie de pez endémica llamado Plasica, un pez de la familia Cyprinidae, de entre 5 y 15 centímetros de tamaño, y de un intenso color plata.

La historia de las perlas de Ohrid en la región se remonta a la década de 1920, cuando un inmigrante ruso llamado Jovan Subanovich introdujo la técnica del lago Baikal a dos familias. Desde entonces, los Talevs y los Filev sólo han transmitido el proceso de producción secreta verbalmente de padres a hijos. Mientras que las perlas tradicionales solo pueden durar 150 años, la familia Talev afirma que las perlas Ohrid durarán para siempre.

En las últimas décadas, las perlas de Ohrid se han convertido en una de las marcas registradas más grandes del país y han sido usadas por la realeza europea como la Reina Margarita II de Dinamarca, la Reina Isabel II de Inglaterra y la Princesa Diana.

La perla de Ohrid tiene una base nacarada de conchas molidas del mar del Japón, el mar Rojo y el océano Índico, pero que no tiene de por sí gran valor. A la perla le dan su auténtico valor las capas de la emulsión secreta que se prepara con las escamas del pez llamado 'plasica'", palabra que en macedonio significa "la que tiene miedo", y que les da su brillo característico.

Fases de elaboración de la perla de Ohrid

Se importan perlas de los mares asiáticos que después ponen en palillos, se ordenan en líneas de un metro de largo, y, acto seguido, los artífices empiezan a cubrir una por una con la emulsión que aplican con cepillos de piel de ardilla. Esta emulsión necesita un mínimo de 45 minutos para secarse, tras lo cual aplican otra capa y otra hasta un mínimo de seis/ocho. Antes del uso, la emulsión se guarda durante seis semanas en condiciones especiales, que se mantienen en secreto al igual que su composición, que incluye escamas despojadas del pez Plasica.

Al lado de la iglesia de Santa Sofía la familia Filevi expone herramientas originales que se utilizan para hacer las perlas y fotos de familia de los primeros años de creación de las perlas.

Fiestas y curiosidades de Ohrid

Tanto en Ohrid como en los pueblos del lago la animación durante los meses de verano es mucha. Durante los meses fríos hay dos fechas interesantes y que los habitantes locales disfrutan especialmente. El 19 de Enero celebran el Vodiçi, fiesta ortodoxa que conmemora el bautismo de Jesucristo en el río Jordán y durante la cual lanzan al lago una cruz que mucha gente intenta encontrar a pesar del frío. Encontrarla traerá buena fortuna durante todo el año. El 13 de Enero se celebra el carnaval de Vevçani, a unos 30 kilómetros de Ohrid, y que da la bienvenida al nuevo año del calendario juliano.

Fuera de las zonas masificadas del lago tendremos también la oportunidad de ver luciérnagas iluminando la noche.

Tanto la ciudad de Ohrid como los alrededores del lago tienen numerosos monumentos de interés. La información completa puede encontrarse, en inglés, en la web oficial muzejohrid.mk

Es inevitable sentirse fascinado por la grandiosidad del centro de Skopie y tener la sensación de estar en un decorado de Hollywood. Sin duda es la capital más entretenida de los Balcanes gracias a las contradicciones arquitectónicas y a su gente de cultura tan dispar. Tras la devastación causada por el terremoto de 1963, y después de la independencia, el gobierno macedonio se propuso la reconstrucción de Skopie con un proyecto al que llamaron "Skopje 2014", con el que intentaron convertir la ciudad en un destino atractivo para el turismo y se fijó un presupuesto que se superó exponencialmente por problemas de corrupción. 

El resultado es espectacular si no se indaga mucho en el asunto, ya que se han imitado al azar edificios de varias culturas europeas, con predominio de inspiración neoclásica o barroca, y muchos de ellos utilizan falsos materiales tratando de imitar grandes construcciones de piedra, incluso tienen su propio arco del triunfo... desde 2012. El New York Times calificó una vez a Skopie como la capital más Kitsch de Europa.

Lo mismo ocurre con muchas de las estatuas, que aparecen por todas partes, cada cuál más sorprendente que la anterior. Es imposible saber cuántas esculturas existen en la ciudad, pero el resultado es un museo al aire libre que nos deja ensimismados ante tanta grandiosidad. Aún así, vuelve a aparecer el pensamiento de la falta de lógica entre ellas.

La antigua estación de ferrocarril de Skopie fue una de las pocas construcciones que sobrevivió al seísmo de 1963. Su reloj se paró en ese momento y aún hoy muestra la hora exacta a la que ocurrió el terremoto.

Plaza de Macedonia

El centro neurálgico de Skopie es la imponente Plaza de Macedonia, con el monumento a Carlo Magno (no oficialmente) en el centro. Tanto la adopción del personaje como del propio nombre del país ha sido constante motivo de disputa con Grecia.

Mientras estamos en la Plaza de Macedonia, caminando en dirección a la Puerta de Macedonia, encontraremos a nuestra izquierda un solar con un pequeño monumento que nos informa que en ese preciso lugar nació la Madre Teresa de Calculta, su hija predilecta más conocida. La propia Teresa de Calculta sembró los árboles que rodean el monumento en una de sus visitas a Skopie, de los cuáles sólo quedan dos. Muchos macedonios opinan que es en éste lugar donde debería estar erigida la casa memorial, y no en la calle Macedonia como se encuentra. Se apunta a la falta de disposición para ello del propietario del solar.

Puente de Piedra Kamen Most

Desde la Plaza de Macedonia podemos cruzar el río Vardar por el Puente de Piedra, éste sí, emblemático símbolo otomano construído en siglo XV. Un bellísimo puente, bien construido y que conecta civilizaciones, ya que al otro lado nos encontramos con el llamado barrio turco, el más grande que existe fuera de Turquía, con mucha presencia de albano-macedonios.

En tiempos hubo una iniciativa llamada Desayuno en el Puente: un domingo al año se celebraba este desayuno colectivo en el puente. Se mantuvo durante cinco años pero desafortunadamente es una tradición que desapareció.

El puente de piedra de Skopie sigue siendo el gran símbolo de la ciudad y es un puente entre dos mundos, Oriente y Occidente, Europa y Asia. Nada más cruzar el puente estaremos en otro mundo de olores, colores, sabores, tejidos, joyas y un largo etc. Toda una experiencia para los viajeros!

Antiguo Bazar de Skopie

El antiguo bazar turco de Skopie, Skopjska Charshija, es una auténtica perla en la ciudad y una máquina del tiempo. Es el bazar más grande de los Balcanes después de Estambul y conserva el espíritu de un auténtico mercado otomano, reconocido como herencia cultural de gran importancia para Macedonia.

Los trabajos de filigrana y la joyería en general son admirables, así como los trajes de ceremonia. No faltan restaurantes con comida turca a precios muy económicos, así como pastelerías con colores y sabores que incitan a entrar.

Sólo en éste barrio se encuentran siete mezquitas que se dibujan en el paisaje cuando menos se espera y que llaman a la oración sobrecogiendo a los que venimos de otros lares.

La comunidad gitana también es grande y con enorme desventaja social y económica. Lamentablemente se ve mucha mendicidad en ella, incluídos muchos niños de corta edad.

Dentro del barrio turco de Skopie se encuentran dos antiguos Hammans, los mayores baños turcos fuera de Estambul, usados ahora como centros de exposiciones de la Galería Nacional. Los dos edificios tienen una estructura similar, con una docena de cúpulas azuladas. En su tiempo de uso como Hammans desde el siglo XV, estaban separados en baños masculinos y femeninos.

También en el barrio turco se encuentra la Iglesia Ortodoxa de la Ascensión de Jesús, que está enterrada en el suelo por la obligación de no exceder la altura de los minaretes vecinos de la época de la ocupación turca. Es de las pocas iglesias ortodoxas, por no decir la única en Skopie, en la que cobran entrada.

Caravasares de Skopie

En el barrio turco de Skopie podemos encontrar algunos caravasares, antiguo tipo de edificación que servía de posada para viajeros, sus animales y mercancías en las travesías comerciales en la ruta norte-sur de los Balcanes entre Belgrado y Atenas.

Los caravaseres de Skopie son Kapan An, Kuršumli An y Suli An, ahora Museo de Historia y Academia de Artes.

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