Península de Paracas

Paracas es una pequeña ciudad costera con una reserva marina y un parque nacional. En Quechua, Paracas significa “lluvia de arena”, lo que da una idea de la intensidad de sus vientos, siendo por eso un destino para los amantes del Kitesurf en Perú. La época de tormentas de arena suele ser en agosto, aunque el fenómeno de El Niño está alterando este patrón.

 

Reserva Nacional de Paracas

Una vez pasado el puesto de control de acceso podremos visitar la Reserva Nacional de Paracas, de la que sólo una pequeña parte está abierta al público. No será posible, por ejemplo, acercarse por tierra al Candelabro.

El paseo a pie en la reserva no es muy recomendable y es bastante duro en bicicleta si no se tiene costumbre. Existen alternativas como el alquiler de una motocicleta que te permite disfrutar del parque a tu propio ritmo. También hay excursiones organizadas con una duración menor.

Museo de sitio Julio Tello

Dentro de la Reserva de Paracas encontramos el encantador y curioso museo del arqueólogo indígena Julio César Tello.

En los años 20 del siglo XX, Tello identificó un cementerio de la cultura Paracas en la zona de Pisco, en Cerro Colorado. Dos años más tarde descubrió un segundo cementerio con 400 momias que resultaron pertenecer a otra cultura, la Topará.

Además, descubrió un tercer cementerio en la Península de Paracas, que es el que nos interesa ahora, y al que denominó Arena Blanca o Cabeza Larga. Aunque esta zona no se puede visitar, en el museo encontramos cráneos deformados de forma alargada encontrados en este cementerio, de ahí su nombre.

Deformaciones y trepanaciones craneanas

Además de los textiles de alta calidad, la cerámica y la cestería, la cultura Paracas practicaba habitualmente la deformación y perforación de cráneos.

La deformación artificial de la cabeza fue una costumbre practicada en épocas antiguas en muchos pueblos del mundo. Sin embargo, es en el Antiguo Perú donde se ha descubierto mayor variedad de tipos de cabezas deformadas.

Las más impresionantes son las de la cultura Paracas y muchas de ellas han sido halladas, principalmente en contextos funerarios de sitios como Chongos (Valle de Pisco), Cerro Colorado y Cabezas Largas (Península de Paracas), en Callango y Ocucaje (Valle de Ica) entre otros.

Esta práctica se producía usualmente desde el nacimiento y durante el crecimiento del niño, mediante la compresión del cráneo con la colocación de tablas, fajas, gorros, almohadillas o la cuna especial. Los motivos de esta costumbre serían la distinción étnica por un lado y la estética por otro.

Las trepanaciones craneanas se realizaban para atender lesiones complejas. Las evidencias de las operaciones demuestran que los cirujanos sólo retiraban las partes dañadas del cráneo evitando afectar la membrana cerebral.

El proceso del fin de la cultura Paracas y el inicio de la cultura Nazca es aún materia de debate. Algunos investigadores consideran a los nazca como descendientes y herederos de las tradiciones de la cultura Paracas.

 

Desde el Museo Julio Tello hay un camino en dirección a la Bahía de Paracas donde podemos encontrar una colonia de flamencos, que pueden ser observados a una distancia prudencial para no molestarles. En el trayecto por carretera desde Paracas a Pisco, dependiendo de la hora del día, también podremos observar algunos ejemplares.

Información detallada sobre Paracas y la Reserva Nacional en la web paracas.com

 

Reserva Nacional Islas Ballestas

A pocas millas del muelle de Paracas tenemos la oportunidad de conocer la Reserva Nacional de Islas Ballestas, grupo de islas rocosas refugio de lobos marinos, aves guaneras y pingüinos de Humboldt.

No está permitido el desembarco en las islas para no molestar a los animales, pero las lanchas se acercan lo suficiente para poder disfrutar de la belleza de sus habitantes.

Lobos Marinos en Paracas

Durante el paseo en lancha a las Islas Ballestas se tiene la oportunidad de observar colonias de lobos marinos, siendo que su número, una vez más, disminuye por la influencia de El Niño.
¿Por qué?
La corriente de El Niño ha desplazado a la corriente de Humboldt, desplazando al plancton y fitoplancton, alimento de la anchoveta, que a su vez es alimento de lobos marinos y aves. La temperatura del agua ha pasado de los 14-15 grados a los 21, de tal manera que ha influido incluso en la caída del PIB.

Guano en las Islas Ballestas

Debido a la gran cantidad de aves marinas, el guano se extrae de las Islas Ballestas cada seis años, cuando la capa es suficientemente gruesa para ser rentable. Guano es el nombre que se le da a los excrementos de estas aves y es utilizado como abono natural desde la época inca. El guano de las islas de Paracas sigue teniendo gran demanda en el mundo por ser un abono eficaz y el mejor fertilizante natural del planeta.

Candelabro de Paracas

Durante la excursión en barco a las Islas Ballestas, también se tiene la oportunidad de admirar el geoglifo del Candelabro, símbolo de la cultura Paracas por el que también es conocida la ciudad. A diferencia de los geoglifos de Nazca, que tienen entre 5-10 cm de profundidad, el geoglifo del Candelabro está excavado en la roca y tiene 20 cm de profundidad. Una fina capa de arena lo recubre y la dirección de los vientos quitan el exceso de arena e impiden que lo tapen completamente.

Como mencionado anteriormente, sólo es posible observar el geoglifo del Candelabro desde el mar, ya que el itinerario abierto al público en tierra es muy limitado.

Información detallada sobre las Islas Ballestas en la web islasballestas.net

 

Pisco

La ciudad de Pisco da nombre a la famosa bebida, si bien las bodegas se encuentran en los alrededores de la ciudad de Ica. A pesar de no ser una ciudad grande, Pisco es un hervidero comercial e industrial.

Pisco y toda la zona de Ica exporta sal industrial para producir sueros y para derretir la nieve de las calles a Canadá y a EUA. Exportan también arándanos, aguacate y mineral, entre otras cosas. A su vez importan grano y maquinaria.

En la zona industrial de Pisco podemos encontrar fábricas conserveras de pescado, granjas de pollos, una refinería de petróleo y un yacimiento de gas natural.

Terremoto de 2007 en Pisco

Pisco sufrió un seísmo en 2007 que tuvo su epicentro a 40 km de la ciudad, con una magnitud de 8.0 y dejó casi 600 muertos en toda la zona afectada. El Palacio Municipal de Pisco, situado en la Plaza de Armas, fue gravemente afectado. Hasta 2007 había sido sede de la Municipalidad, pero el terremoto dañó seriamente su estructura, por lo que fue declarado inhabitable. 

 

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