- Grecia
- Visto: 277
Milies - Tren histórico
Milee - Gatzea - Ano Lekhonia
Anchura de vía de 60 cm
Originalmente partía de Volos
pueblo camino de centauros muy turístico cómo se llamaba?
Milee - Gatzea - Ano Lekhonia
Anchura de vía de 60 cm
Originalmente partía de Volos
pueblo camino de centauros muy turístico cómo se llamaba?
En la antigua Atenas, el centro de la actividad política, administrativa, comercial y social era el Ágora.
Ver recinto de la antigua Ágora de Atenas es casi tan impresionante como la Acrópolis, ya que cuenta con numerosos yacimientos. El propio edificio del Ágora ha sido reconstruido fielmente y hace la función de museo en la actualidad.
Uno de los edificios más monumentales del recinto es el Templo de Hefestión, en un estado de conservación espectacular.
Contemplar la Acrópolis en toda su extensión es posible desde algunas colinas que nos darán además una visión magnífica de la propia ciudad de Atenas. Si bien las más conocidas son las colinas de Licabeto y Filopapo, Atenas dispone de otros miradores con vistas a la Acrópolis igual de interesantes y de fácil acceso.
Es la colina más alta y de acceso más difícil, si bien parte del trayecto lo facilita un funicular. La colina de Licabeto suele ser punto ideal para una puesta de sol.
Su cercanía a la Acrópolis la hacen muy especial, tanto de día como de noche. La subida a la colina de Filopapo es amable y el camino ha sido empedrado con primor y cariño por alguien que quiso dejar su recuerdo con bonitos y originales detalles en el empedrado.
El aerópago está en pleno centro de Atenas y justo al lado de la Acrópolis, muy cerca de la Plaza de Monastiraki. Como no podía dejar de ser, nos ofrece unas vistas espectaculares de la Acrópolis. La hora del crepúsculo es especial aquí. El Aerópago ha tenido diferentes funciones a lo largo de la historia y fue escenario del discurso más importante del apóstol San Pablo, que aún podemos encontrar en una placa de bronce.
Esta colina es más desconocida que las anteriores pero con gran potencial. La subida no es difícil.
Una forma diferente de contemplar Atenas es desde alguno de los múltiples rooftops repartidos por la ciudad. Los más famosos se encuentran en la plaza de Monastiraki, ya que su perspectiva incluye la propia plaza con la Acrópolis de fondo. Aún así, encontramos panorámicas de la Acrópolis desde otros rooftops en las que se aprecia mejor su esplendor, es el caso del rooftop Ciel, con un menú agradable y variado, buenos precios y mucha simpatía.
La Acrópolis de Atenas reúne varios edificios en el mismo recinto, siendo el más emblemático de ellos el Partenón.
La Acrópolis, Patrimonio Cultural Universal, se asienta en una enorme mole rocosa que, curiosamente, forma una meseta en lo alto, con tales dimensiones que se aglomeran en ella templos, teatros y otros edificios, como la antigua pinacoteca.
A la Acrópolis se la considera la “roca sagrada” y se encuentra sentido a la expresión porque ejerce magnetismo sobre quién la contempla. Resistir la tentación de lanzarnos a visitar la Acrópolis nada más pisar Atenas es difícil, aunque si lo conseguimos haremos que la fascinación aumente, que la montaña nos llame con más fuerza aún.
En ese mientras tanto, tanto el Partenón como el resto de edificios del complejo monumental se irán atravesando en nuestro camino por callejuelas y barrios y atrayendo nuestra atención en multitud de ocasiones.